Esta época te invita a reflexionar. Pregúntate: ¿Qué es lo que has cosechado este año? ¿Cuáles han sido tus logros? Búscalos. Haberlos haylos. Quizás no son exóticos ni ostentosos pero son tuyos y son valiosos. Valora todo lo que consigues. Aprecia el valor incalculable de las pequeñas cosas.
Y la otra pregunta muy importante en esta época: ¿Qué es lo que necesitas soltar? Hábitos, miedos, pensamientos, bloqueos, relaciones,… Yo, por ejemplo este año me ha llevado a soltar relaciones que no siento que me nutran o que, al contrario, siento que yo no nutro.
Fíjate en los árboles: fíjate como sueltan suavemente las hojas que ya no les sirven. Parecería incluso que se despidieran de cada una de ellas agradeciéndoles toda la Luz que les han aportado. Obsérvalos y e imita su relajada sabiduría. Y suelta.